¿Porque la rehabilitación de la avenida Álvaro Obregón?
- 12:22 p.m.
- By Sergio Mario Arredondo
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Uno de los retos que tiene las ciudades en el mundo es ir
ganando la carrera al crecimiento urbano y no perder competitividad.
Una vez que el crecimiento poblacional rebasa la capacidad
urbana de una ciudad esta empieza a perder competitividad, se van generando
escenarios como el congestionamiento vial, descenso en la calidad de servicios,
contaminación que a su vez lleva a la perdida de atractivo de la ciudad para la
inversión; las empresas empiezan a ver como poco propicio invertir en espacios
urbanos con problemas de este tipo con el consecuente efecto negativo en
oportunidades económicas, se genera así el peor de los círculos viciosos.
Culiacán es un municipio con una población que ya supera los
900 mil habitantes y con una población flotante de al menos 100 mil habitantes,
es decir en Culiacán demandan servicios públicos, transitan por las calles,
acuden a escuelas, a empresas, a parques más de un millón de personas, somos
así uno de los centros urbanos más poblados del país. Cada año se suman un promedio 16 mil nuevos
habitantes al municipio.
Esto nos lleva a la necesidad de estar generando una
infraestructura urbana y de gobierno que de cabida a una creciente demanda de
servicios e ir elevando la competitividad de nuestro municipio garantizando así
su dinámica económica.
Lo anterior nos ha llevado a lo largo del tiempo primero a
crear al ente encargado de la planeación urbana del municipio, el Instituto
Municipal de Planeación Urbana IMPLAN donde funcionarios y ciudadanos han
establecido las directrices y instrumentos rectores, que contemplan además de
la normatividad en cuanto a uso de suelo, los documentos que establecen cuales
son las obras que se deben ir desarrollando a fin de mantener la competitividad
de la ciudad.
Desde el 2002 el IMPLAN ha venido generando una guía que ha
sido respetada e impulsada por los gobernantes en turno, las obras que hoy
vemos en el municipio, el Parque Las Riberas, los nuevos puentes, los pasos
deprimidos, la rehabilitación del centro histórico, las ciclo vías, así como las obras de saneamiento y drenaje
han surgido de ese esfuerzo de participación ciudadana, donde se ha contado con
el apoyo y contribución de universidades y profesionales del tema urbano.
Esto ha permitido que el crecimiento urbano de nuestra
ciudad no este regido por la ocurrencia del gobernante en turno si no por una
planeación sancionada socialmente a través de un órgano preponderantemente
ciudadano.
Sin duda Culiacán es una ciudad con muchos retos y
deficiencias que ocupan ser atendidos con la eficiencia y la calidad que merece
quienes vivimos en ella. Sin embargo,
hay que reconocer que gracias al esfuerzo de los distintos gobiernos y de su sociedad
nuestro municipio mantiene uno de los niveles más altos de competitividad en el
país. La formula para que el crecimiento urbano se traduzca en desarrollo es
sin duda una participación ciudadana que se informa y aporta en calidad y una
autoridad que respeta el derecho ciudadano de expresarse pero que no de
deslinda de la responsabilidad que le fue conferida mediante el voto.
Lo que no nos podemos permitir es la parálisis; así como es
importante la participación social, también es vital para el avance un gobierno
con la decisión de asumir los costos que conlleva el desarrollo de obras que
generan molestias y generan desafortunados costos particulares.
Desde la edificación de una escuela hasta la construcción de
una presa que obliga la reubicación de pueblos enteros, las obras tienen esa
característica. Lo que debemos cuidar es que cualquier acción pública atienda
la normatividad que nos hemos establecido y mantengan una lógica de beneficio
social y ese es el compromiso del gobierno de Sergio Torres.
La rehabilitación de la avenida Álvaro Obregón así como la
puesta en marcha de el Par Vial Obregón Serdán, son acciones contempladas en
los documentos que dan dirección a nuestro crecimiento urbano y son obras que
atienden la máxima de beneficio social y que desarrollaremos buscando minimizar
los costos de los particulares afectados.