Reseña del Libro Cipriano Obezo Camargo: Obras


El pueblo de Alhuey, Angostura, escuchó un estruendoso chillido, cuando Cipriano Obezo Camargo anunciaba su llegada en la madrugada del jueves 26 de septiembre de 1918. La gente se asustó, fue tal el ruidajo que armó el recién nacido, que después sería un orgullo de los alhueyenses y de una parte sustancial de la sociedad de Sinaloa.

Cipriano Obezo Camargo, un hombre lleno de esperanzas y de sueños; con hambre de saber, ingresó a la Escuela Normal en el afán de sembrar saberes a sus estudiantes, y tras su vida, sigue cimbrando conciencias en Sinaloa.

A los cuatro años de edad, emigró con su familia a Los Mochis, donde vivió hasta 1932, cuando retornó a Alhuey con su abuela, tras quedar huérfano de padre y madre. Dotado de una despierta inteligencia y de buena memoria, siempre fue el primero de su clase tanto en la primaria como en las aulas de estudios superiores de Derecho.

Cipriano Obezo Camargo, maestro, poeta, narrador de vivencias y un consumado defensor de su pueblo mayo. Una de las castas que tienen profundas raíces en el Sinaloa moderno, y que aún continúan ajenas a los beneficios del progreso, solía decir.

Las personas se deleitan al hablar de Cipriano Obezo Camargo. Se refirieren a él con admiración y respeto, dando muestras de la profunda humanidad de Cipriano Obezo Camargo. Un hombre de alma grande, de los que suele parir la madre Tierra.

El plantel 16 de Cobaes, en Angostura, lleva inscrito su nombre, y el día de la ceremonia oficial para consagrar al maestro, se dieron cita decenas de decenas de Mayos de San Miguel Zapotitlán, del norte de la entidad.

No cabe duda. Cipriano Obezo Camargo y su pueblo mayo era uno solo, así lo fue él con ellos, y ellos con él. Lo eran todo, juntos, unidos como “sangre de su sangre”.

Cobaes, tiene trazado el objetivo de rescatar las obras de los antepasados, de hombres y mujeres que han dado vida y vigor a la historia de Sinaloa. Se dice que el viejo arte de hacer seres humanos, es través de la remembranza y la historia.

El gobernador Antonio Toledo Corro, le tomó protesta al Profesor Cipriano Obezo Camargo, siendo el primer director del Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa, iniciando actividades en el ciclo escolar 1981-1982 con 46 planteles como una nueva opción educativa para los jóvenes de Sinaloa.

Nicolás Vidales Soto, autor de “Cipriano Obezo Camargo: Obras”, pergeño partes del pasado del profesor Cipriano Obezo, y las compiló en un libro en seis secuencias, distribuidas en 315 páginas. Es solo una parte de la vida, poemas y narraciones vividas de Cipriano Obezo Camargo.

Nicolás Vidales Soto, describe a Cipriano Obezo Camargo con las siguientes palabras: Maestro de maestros, un hombre incansable en el quehacer educativo. Convirtió la escuela en casa del pueblo, luchó contra la extrema pobreza de las masas campesinas y contra las pésimas condiciones de salud de la población rural.

Cipriano Obezo Camargo nació pobre y murió pobre, porque sus manos nunca se mancharon con el dinero ajeno, fue hombre probo a carta cabal.

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