Sinaloa necesita más que gas natural


La creación de infraestructura productiva debe ser siempre impulsada y ese es el caso del proyecto federal en materia de creación de una red de distribución de gas natural que incluye a estados como Yucatán, Veracruz, Morelos, Michoacán, Colima y por supuesto Sinaloa.
Sin embargo, lo que hay que preguntarnos es si estamos haciendo lo necesario para aprovechar la nueva circunstancia que traerá la disponibilidad de gas natural en la región
Entre las industrias que se pueden fomentar a partir de esa nueva realidad está la del vidrio, química, maquinaria y equipo, alimentos y bebidas entre otras; sin embargo, gas no es lo único que requieren, necesitan de capital humano, de infraestructura complementaria, ciudades competitivas con servicios de calidad y en eso estamos haciendo muy poco o nada.
Estados como Aguascalientes, que están teniendo éxito en materia de atracción de inversiones lo están haciendo a partir de una política integral de promoción. Tal es el caso de la instalación de la planta Nissan que tuvo como principal punto de atracción la conformación de programas educativos que generaron el capital humano especializado en ese sector. Sin esa mano de obra, la disponibilidad de infraestructura o insumos industriales no hubiese sido suficiente para generar la diferenciación necesaria para atraer una inversión que hoy les genera una derrama económica y empleo a esa región.
Por su parte, Sinaloa tiene años soñando con la instalación de ese tipo de industrias, que además de generar condiciones de empleo, diversifiquen la economía del estado de actividades económicas altamente estacionales y ubicadas en niveles muy bajos de valor agregado.
Los organismos de promoción como Codesin y Sedeco han sido poco efectivos en esa tarea porque no tienen elementos de promoción, de venta del estado. Para qué se pueda promover una entidad, se necesita un trabajo previo de fomento, es esa parte donde no hemos avanzado.
Los factores de localización, de cualquier industria están plenamente definidos; dependiendo de su perfil necesitan de un determinado tipo mano de obra, de una determinada infraestructura, de insumos, de servicios especializados, de un mercado, etc. Si estos factores no están presentes, por más que promocionemos la entidad la inversión no arribará como no lo ha hecho al menos en los sectores que nos gustaría.
Eso parece seguirá pasando; el gasoducto llegará a Sinaloa, pero no así el desarrollo porque para ello necesitamos tener ya un plan de aprovechamiento que defina al menos tres elementos básicos; primero cuáles van a ser los sectores a los cuales vamos apostar. Las posibilidades son muchas desde la automotriz hasta la del vidrio, pero estas tendrán que definirse considerando también las vocaciones de la región, posición logística, tendencias de consumo; ello para darle una mayor certeza a las apuestas que se hagan.
El segundo elemento a definir, son los factores de localización que se necesitan crear, y entre estos está el capital humano, técnicos especializados en las industrias ya definidas. Ello implica una necesaria vinculación con el sector académico de la entidad para crear la oferta de programas de estudios, que nos permitan un capital humano alineado a nuestras pretensiones.
Además de capital humano, está la infraestructura complementaria necesaria para el asentamiento de las nuevas industrias, parques industriales, clusters y ciudades competitivas con una infraestructura urbana que permita el buen desarrollo de las industrias a las cuales estamos apostando.
En nuestro sistema de ciudades, al menos el definido por los centros urbanos más importantes del estado se encuentran Culiacán, Los Mochis y Mazatlán siendo entidades que, de acuerdo a las distintas mediciones, son de competitividad media, con deficiencias tanto en infraestructura urbana, como en el ambiente de negocios y marco de derecho. En todos estos elementos se tiene que avanzar a fin de ir creando las circunstancias que hemos definido para el desarrollo de nuevos sectores en la entidad.
Y un tercer punto, es el esquema de promoción, es el dónde y el cómo vamos a promover la circunstancias de la entidad, quién, cómo y dónde vamos a vender a Sinaloa. El esquema de promoción que hemos usado en Sinaloa es poco profesional y por consecuencia poco efectivo. La promoción del estado no puede recaer en oficinas de eventos especiales, es tarea de un colectivo liderado por el principal promotor que debe ser el Ejecutivo del Estado, el Gobernador junto con alcaldes, autoridades académicas y, por supuesto, el sector empresarial; para ello, éstos deben contar con una visión única del desarrollo, visión que aún hoy no se define.
Si no está presente un plan con estos elementos será difícil que circunstancias, como un gasoducto, una carretera o una presa puedan ser aprovechadas en toda su dimensión.
Y es que este mismo análisis aplicaría a la carretera Mazatlán Durango, que nos permitirá ser parte del corredor transversal Mazatlán-Matamoros convirtiéndonos en miembro de una región integrada por los estados de Durango, Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, economías que representan poco más del 16 por ciento del PIB nacional y un mercado potencial de 7 millones de habitantes.
El problema es que al igual que el gasoducto, la carretera será abierta y aún estará un Mazatlán con una infratructura de cabotaje, urbana y turistica deficiente, incapaz de aprovechar en toda su dimensión esta oportunidad de desarrollo.
Sinaloa, ha sido pasivo en materia de desarrollo nuestro discusión sobre el mismo es aún etérea, desestructurada.
Tal vez, en todo esto debemos empezar por dejar el triunfalismo mediático e ir aceptando nuestra realidad, tenemos problemas de desarrollo pero con potencialidades y escenarios futuros que bien aprovechados mediante una agenda puede funcionar para construir sin duda una nueva etapa de desarrollo.

Sergio Mario Arredondo
@sergiomario1

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